El equilibrio hormonal está sustantivamente asociado con el hecho de dormir bien. La hormona del crecimiento, por ejemplo, tiende a liberarse dominantemente durante la noche y en la medida que no dormimos adecuadamente esta hormona no es producida, ello lleva a un envejecimiento prematuro y a la disminución de la talla en los niños.
La relajación muscular es importante, cabe destacar que esta función es fundamental para un buen dormir, puesto que, cuando tenemos una noche de mal sueño usualmente estamos adoloridos al día siguiente y esto limita nuestra performance física.
El aprendizaje. Esta función es extremadamente importante ya que la información que vamos acumulando en el transcurso del día requiere ser consolidada a nivel cerebral a través de un sistema que se activa cuando dormimos. El hecho de no dormir genera dificultades para el aprendizaje.
Activación de las defensas. Durante el sueño se activa el sistema inmunológico que es aquel que permite defendernos contra las infecciones y el cáncer. Recientes investigaciones han demostrado una asociación entre mayor índice de infecciones en personas que no duermen bien. Del mismo modo, está en investigación una posible asociación entre el hecho de no dormir con algunas neoplasias.
Regulación de la temperatura corporal. Para dormir bien requerimos bajar la temperatura corporal y a su vez el sueño actúa como un refrigerante. Estos dos elementos ayudan al cuerpo a mantenerse en equilibrio armónico. Alteraciones en la temperatura ambiental pueden dificultar la posibilidad de dormir adecuadamente.
Dr. Darwin Vizcarra, médico Neurólogo, especialista en medicina del sueño, los invitamos a que visualicen los videos referentes al sueño.
Félix Espinoza Bon
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