No es raro que quienes vivimos en grandes ciudades experimentamos con frecuencia dolor de cabeza, insomio, variaciones en la presión arterial y trastornos de atención y memoria. Cuando estos sintomas se hacen más frecuentes será importante considerar como causa las radiaciones a las que estamos expuestos.
Nadie podrá negarlo, algunos avances tecnólogicos nos hacen la vida más fácil y cómoda, al grado que es impensable sobrevivir a la cotidianeidad sin los aparatos electrodomésticos en el hogar, teléfonos celulares, computadoras y muchos otros inventos contemporáneos. Sin enbargo, estar expuesto constantemente a ellos puede poner en riesgo nuestra salud, pues los campos electromagnéticos que estos artefactos irradian son nocivos y sin darnos cuenta, afectan nuestra estructura celular.
Por otra parte, aproximadamente el 80% de la constitución orgánica del ser humano es agua, conpuesto conductor de electromagnética que se encuentre cercana.
Debemos dejar claro que si la radiación es momentánea, o por unos cuantos minutos, prácticamente no hay efecto dañino, pero la exposición prolongada y repetitiva afecta a células y tejidos de todos los órganos del cuerpo. Los sintomas más comunes de quien experimenta lo anterior son fatiga, pérdida de sueño, dolores en diferentes partes del cuerpo, dibilidad del sistema inmunológico, con lo que el afectado se enferma con mayor frecuencia; además, hay marcados cambios en el estado de ánimo, depresión y en algunos casos propensión a padecer cáncer.
ESTUDIOS:Un estudio más llevado a cabo en California EEUU relacionó las radiaciones electromagnéticas con cáncer en la sangre (leucemia) en niños, y celebral en adultos, problemas cardiacos y suicidios. Asimismo, el teléfono celular ha sido causa de enfrentamientos científicos, al grado que algunos países promueven que menores de 18 años no deben usar estos aparatos, pues su radiación traspasa la corteza cerebral propiciando tumores, mal parkinson y la prematura aparición de Aizheimer. Lo cierto es que los dos últimos están respaldados por detractores alarmistas que no han encontrado eco en entidades internacionales relacionadas con la salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario