Los expertos señalan a la práctica habitual de actividad física como la ayuda fundamental para un envejecimiento saludable
La práctica de actividad física diaria y una adecuada alimentación contribuyen a que las personas de edad avanzada tengan un envejecimiento saludable, que les permita cumplir años con un buen estado físico y mental. Los especialistas insisten en la importancia de promocionar los beneficios del ejercicio físico y llevar una vida activa. Y cuanto antes se empiece, mejor, ya que inculcar estilos de vida saludable desde la edad escolar significa una garantía de salud en la edad adulta.
Northern Ireland Assembly - Realizar ejercicio físico beneficia a todo el organismo: a la fuerza ósea, la fuerza muscular, la flexibilidad del esqueleto, el estado motriz y el del metabolismo. También sacan partido de ello la función cognitiva y la salud mental, entre otras. Ya en 1995, un grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalaba los efectos positivos de la actividad física sobre la salud e indicaba que un estilo de vida sedentario era factor de peso para desarrollar enfermedades.
A medida que se cumplen años, hay una inherente disminución de la actividad física y, a menudo, a consecuencia de esta reducción, se desarrollan enfermedades que se tornan crónicas. Se crea un círculo difícil de romper: las dolencias provocan discapacidad que limita el movimiento y esto agrava, a su vez, la evolución de la enfermedad. Por este motivo, un mayor nivel de actividad física ayudaría a prevenir muchos de los efectos negativos del envejecimiento sobre la salud y, algunas veces, es el mejor camino para conseguir una mejoría. Son muchas las investigaciones que señalan al ejercicio físico como un factor positivo asociado a la salud y la calidad de vida de los mayores. Este incrementa su nivel de independencia, incluso, en aspectos económicos, ya que a mayor salud, menores gastos sanitarios.
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