La conciencia y significación de la muerte se revela así como una capacidad inherente y exclusiva de nuestra especie. Como señalara Morín, la especie humana es la única para la cual la muerte está presente durante la vida, la única que presenta a la muerte mediante ritos funerarios y también, la única que cree en una vida postmortem, en la resurrección o en la reencarnación.
Creamos paisajes mentales hermosos y palabras reconfortantes, trayendo de vuelta al personaje ausente, manteniendo vigente su recuerdo en nuestra memoria, lo exaltamos, lo honramos, mostramos en ese pequeño paisaje la huella que dejo en nosotros, el recuerdo que deseamos de él y que probablemente el pudo desear tener en vida.
Comprobamos, de esta manera, un hecho esencial: la muerte biológica, natural e irreversible, se ve desbordada, transfigurada, por la muerte como evento sociocultural.
Este proyecto trata de mostrar la manera que tenemos de honrar a los muertos en el marco de nuestra cultura. A través del recorrido por 9 cementerios de Lima con diferentes expresiones culturales en los que se manifiesta el sincretismo, tanto en la elaboración como en la elección de los elementos icónicos de los nichos, interpretados como: “altares de difuntos”, pequeños espacios que muestran y exaltan los rasgos positivos del ser perdido, construyendo una imagen venerable, casi santa, además de evidenciar la relación entre los deudos y sus muertos. Estos “altares” forman parte de un ritual posterior a la muerte que nos exorciza del dolor producido por la ausencia y nos sirve de paliativo.
Inauguración: jueves 26 de abril 7:30pm (ingreso libre)
Del 27 de abril al 18 de mayo del 2012
Centro Colich
Jr. Colina 110, Sala II, Barranco
No hay comentarios:
Publicar un comentario